martes, 23 de febrero de 2010

Eran otros tiempos

Aún recuerdo la sapiencia de mi abuelo. Hace años que se ha ido, pero en cierto modo, aún está conmigo. Eran otros los tiempos, decía, en que hasta los jóvenes se besaban de usted.

Hoy ya se ha perdido toda cortesía. Se piensa en los labios inferiores cuando apenas se han rozado los superiores. Antes temían a sus padres. Ahora sólo pensamos en provocaciones. Sexuales, claro.

Pero, eran otros tiempos, decía. Por aquel entonces, el caminar por la sombra suponía el riesgo de coger frío. Ahora poco importa que la gripe A se coja al sol. Ya nadie come bajo él El Caserío. Prefieren comerse a cualquier tía o tío.

Piensa el jefe que es mayor la tontuna si es tiempo de reality show. Y es que en su juventud, los hombres de mar temían ser comidos por un calamar gigante. En cambio, en la mía, el miedo se tenía a ser devorado por Rosa o Bustamante.

No creo que haya sido ‘OT’ el peor, no obstante. Otros como ‘El Castillo’ tenían más delito, con el frikismo de agravante. Aquel experimento duró poco, pero debe hacerlo todavía la carcajada de la mente prodigiosa que vendió la idea a Antena 3.

Fue ese quizá su fracaso más estrepitoso, pero no el único. Aquellos brujos no fueron capaces de prevenir el poco futuro que tenían en televisión, ni tan siquiera después de ver como ‘El Bus’ había hecho el ridículo años antes.

Su cuota de pantalla media sería en la actualidad todo un éxito, tras lograr enganchar al 24% de los espectadores de una época en la que ‘Gran Hermano’ venía de ser revolución. Nadie supo digerir una segunda, y después de muchos kilómetros, el aburrido viaje nunca más se repitió.

Pudieron uno y otro programa al menos disfrutar de una final. De ‘Escuela de actores’ o ‘Confianza ciega’ nunca más se supo, si bien es cierto que en este último programa era suficiente aliciente el ver como muchos se volvían a casa no ya sin dinero, sino incluso sin pareja.

Cuestión casi de Expediente X el saber porqué a Antena 3 ningún reality le funcionó… o no. Quizá sea culpa de la seriedad que al canal dotan Matías Prats y sus chistes malos. O que simplemente nos basta Telecinco para hacer telebasura.

En cambio, sí les funcionó una serie que no tenía visos de hacerlo. ‘Nada es para siempre’ estaba condenada a fracasar por el agravio comparativo con ‘Al salir de clase’, otro gran acierto de la televisión de los horrores.

Comenzó aquello a las ocho de la tarde, pero no fue bien. Pasó a las dos y puso la tapa al sandwich en el que entre rebanadas de adolescentes podían verse las noticias. Ciertamente, no recuerdo su final, pero sí que a mí me enganchó.

Había en ‘Nada es para siempre’ un rubio de rizos a quien apodaban Gato. Las vueltas que da la vida, el minino ha acabado siendo elegido para un nuestro desastre eurovisivo.

Daniel Diges es el nombre de alguien que en la memoria colectiva no había sido retenido. Otro gallo hubiera cantado con Quimi o Valle, pero en su caso, lo que cantamos es un vals.

Dijo el actor de teatro, recientemente galardonado, que nunca antes este tipo de pieza en el festival nos ha representado. Craso error. ¿Qué pasa con José Vélez? Voulez-vous danser avec moi, quieres que bailemos un vals, cantó en el setenta y ocho, quedando en un noveno puesto que antológico sería para Gato.

Él no había nacido, pero no es lógico el olvido. A menos que a una boda jamás haya asistido. Uribarri luego se lo habrá dicho, entre dedicatoria y dedicatoria. Hasta él ha perdido la seriedad. Nada es lo mismo desde que la victoria de Suecia y ‘Vacaciones en el mar’.

Aquel plagio se llevó a Italia consigo. Once años hace ya de aquello. Lástima que España no se fuera entonces a donde anoche nos ordenó el Cobra. Cuanto gasto innecesario nos habríamos ahorrado. . Y cuanta ridícula búsqueda del “la la la”, con otés y algún Rodolfo de por medio.

Eran otros los tiempos de Massiel. Ya lo decía mi abuelo. De salir John Cobra entonces, el régimen a un Lordy le hubiera echado. En lugar de ello, cariño una rubia le ha llamado. Qué pena no haber sido ganador yo. El “Algo pequeñito” a su cerebro hubiera dedicado. O a un reality de Antena 3 le hubiera mandado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario