viernes, 20 de noviembre de 2009

Sin Perdón

Compré armas a Dios. Vendí la paz al diablo. Les di mi corazón a cambio del milagro...

jueves, 19 de noviembre de 2009

Recuerdos de un olvido

Muchas mujeres por mi vida han transitado. Algunas me han hecho el amor. Otras tan sólo daño. Es por ello que no te guardo rencor. Fue mi culpa el haberme encariñado.

Por favor te lo ruego, vuelve ahora y miénteme sin temor. Ya el daño no me importa. Ven y quiéreme con ardor. Seguro que tu mentira me reconforta.

Dime, cielo, qué es la mentira, sino un trámite de la verdad. Dime qué es la verdad, sino algo tan subjetivo como la propia vida. Y dime, por último, qué es la mía si en ella faltas tú.

Olvidemos lo pasado. Culpemos a los esquimales de todos nuestros males. Compremos armas a Dios. Vendamos la paz al diablo. Hagamos juntos planes. Vivamos juntos mi canción, como ya en solitario yo lo hago.

Lo hago cuando tengo miedo. A quererte y no volver a verte. Miedo a recordar, y nuevamente llorar. A intentar olvidarte en verso, y no ver más que prosa en tu recuerdo. Miedo a tener que acostumbrarme a vivir sin ti. A, como tiempo atrás hice, quizá incluso perderte.

Aprovechando de su muerte el aniversario, también hoy yo quiero ser franco. Falta como tú una en mi vida, y sobra en cada noche más de un tequila. Por ti a todos renunciaría, y si así me lo pidieras, tila en mano esperaría.

Tendría en la otra una pluma. Superaría con ella el vértigo. Dejaría volar mi imaginación. Escribiría mil veces ‘te quiero’. Te guardaría en un cajón, como ya en ese baúl de recuerdos te guardo.

Eres en mi vida un huracán, pues con tus recuerdos inundas mi mente y con mis sentimientos asolas mi alma. A solas te pido desde este rincón, vuelve, Olvido. Vuelve, mi amor…