viernes, 27 de agosto de 2010

Camas vacías



Simplemente Sabina. Simplemente Maestro.

[Bienvenida de nuevo al juego del gallego]

Te quise tanto...

¿Sabes, nena?, hay mañanas en las que me levanto pesimista sin motivo. Días oscuros en que preferiría ser pájaro y acudir a otro reclamo. Otro al que pudiese acudir volando, y no bajando estos peldaños.

No es superstición. Creer en el azar da mala suerte. No me gusta pensar en cuántas noches perdidas te suceden, pero rodeado de arrastrados no es sino eso lo que hago.

La otra noche, caminando por aquellas calles que un día me vieron crecer, no pude evitar pensarte. Recordarte y recordarme, abrazándote. No puedo negarlo. Te quise tanto…

Ahora no tengo patria ni bandera. Quizá tampoco a nadie que me quiera. Vivo con un hombre que no vive conmigo. En mis sueños follo más que existo. Pero, ¡qué narices!, soñar es el único vicio que nunca me ha salido caro.

Recordarte tanto tiempo fue para mí un lujo. Malvivir imaginándome tus ojos, un castigo. El dinero que tenía lo gasté en mantequilla, cañones y pitillos. El sello que te adjunto se lo robé a un niño. Suerte que en este bar me fían…

Preguntarás porqué te escribo. La razón es bien sencilla. Incluso en este mundo loco el más lunático es considerado demente, y como tal no me fiarían. Además, de no hacerlo, precisaría para pagar al psicólogo una fortuna.

Brotes psicóticos. El más grave síntoma, tenerte. Espero al menos haberte complacido. Tendrás a bien reconocer el haberlo disfrutado. Yo te quise tanto… Ahora corren otros tiempos. Ya no extraño como lo hacen los perros a sus dueños.

Con arena en los bolsillos y algunas deudas pero, ¿sabes, nena?, hoy vuelvo a ser feliz.

La vida es



La vida es eso y mucho más... si tú estás junto a mí.

Ser o no ser

Grillos en invierno. Tormentas de verano. Pelea de perros dentro de un seiscientos. Mendigos ricos en sardinas enlatadas. Una ex putón que esputa sobre mi recuerdo.

Pájaros mojados. Ojos rubios. Oídos susurrantes. Obscenidades tiempo atrás jamás soñadas. Labios grises balbucean aceite en la cocina. Un huevo kinder acompaña la ensalada.

Carreteras vacías. Una sota y su espalda. Maleteros llenos. Siete de espadas. Atasco y encrucijada. El as de la baraja. Un beso que nunca sabrá a nada.

Nada es lo que importa. No ser Humphrey Bogart, ni tampoco Cary Grant. Jurar que he disfrutado. Que añoro tu mirada. Acariciar tus pechos y volverme loco en ti. Tenerte sobre mí. Intuirte más tarde, luz apagada.

Marinero de agua dulce, huelo a sexo y a sardina. Como gato, cambio ideas por tejados. Vivo atrapado en mi niñez. Siento decirlo, hoy extrañé tu tez. Beber de tu veneno. Que vengas a apagar mi sed.

Qué vida tan triste la del deshuesador de olivas. Pretender un corazón de contrabando. Vivir lejos de ti. Mi mala fama bien ganada. Desvestirme y que no sigas. No poder ser sólo contigo. Que puedas ser sin mí.