jueves, 21 de mayo de 2009

Voyeur // En horas de oficina

Voyeur

Dícese del que mira sin ser visto,
se llama así quién ve pero no moja,
su lema es se desnudan luego existo,
su cristo aquel mefisto de Baroja.

Un ano es algo más que un agujero,
un mapamundi el plano de una teta,
la bruma es el plató del caballero
de la mano en la trémula bragueta.

Catedráticos en áticos de Utrillo,
doctor en cines equis de barriada,
prismáticos de alpaca en el bolsillo.

Para echarse a llorar como un chiquillo,
basta que lo sorprenda su cuñada
sudando y con la pinga en cabestrillo.




En horas de oficina

La sexi star de anónima vagina
folla con la rutina de las putas,
come pollas en horas de oficina,
gana más en propinas que en minutas.

Se engaña usted si empaña lo que digo,
patrona de las pajas del poeta,
en nombre del deseo te bendigo,
menos tuvo Romero con Julieta.

¿Qué sería de mi sin ese culo
que profana la ley del disimulo
conyugal cuando el sexo es un adorno?

Convicto de ascensores sin salida,
duermo mejor después de una corrida
en los hoteles con canales porno.



* Escrito por Joaquín Sabina. Publicado en "Ciento volando de catorce".

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