Muchas veces me siento como esas postales de Copenhage. Unas veces pretendiéndolo, otras no tanto, pero en más de una ocasión, me da la sensación de valer, como Alvite dijo en el último relato, más por mis silencios que por mis palabras.
En honor a Copenhage, y a esas valiosas postales, este tema:
jueves, 19 de febrero de 2009
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