Después de ese descanso, en el que deparamos sobre amor, la sensual Irene volvió a ser el Sol que por las noches ilumina el local con una dulce balada de alguien a quién muchas veces emula y recuerda.
No es que sea la música de Shakira la que más suena en un club de jazz, pero desde su llegada, todo es posible. Todo es posible, incluso que suene una balada como la siguiente:
lunes, 23 de febrero de 2009
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